miércoles, 23 de noviembre de 2011

Soja: la pesadilla del oro verde

Explotación de soja transgénica en el territorio argentino: cambios y problemática. Introducción sobre el tema.

Caso a abordar:  cambios en la explotación de soja en la Argentina a partir de innovaciones en biotecnología relacionadas con la 3ra Revolución Industrial. 
El modelo de agricultura industrial, impulsado durante el período de crecimiento del modelo neoliberal, se manifestó en Argentina, entre otras cosas, con el auge del cultivo de la soja. Dicho cultivo, que empieza a realizarse a gran escala en los años 70’, toma una dimensión muy importante a mediados de los 90’, cuando se libera al mercado el cultivo de la soja transgénica. Se trataba de la aplicación tardía en nuestro país de algunos rasgos de la “revolución verde”.  A partir de entonces, la Argentina se transforma en uno de los principales países del tercer mundo en el que se impulsan los cultivos transgénicos. 
La transformación del campo argentino comenzó entonces a sustentarse sobre la soja y el paquete tecnológico que la acompaña, a costa de la ganadería y otros cereales tradicionales. Esta aplicación tardía de la revolución verde se asocia con la revolución biotecnológica y la ingeniería genética relacionada con la difusión masiva de las semillas transgénicas. La biotecnología es el conjunto de técnicas y procedimientos empleados por el hombre para manipular organismos vivos, con el fin de satisfacer sus necesidades mediante la obtención de productos e insumos. La aplicación de la biotecnología en la agricultura ofrece posibilidades en dos ámbitos: mejoramiento de las especies y bioconversión de productos y desechos agrícolas para producir energía y alimentos. El desarrollo de estas técnicas requiere de un alto nivel de I+D, por lo cual casi su totalidad se encuentran en manos de grandes empresas. Sus impactos no sólo involucraran el medio ambiente del cultivo, sino que alcanzan a generar profundos cambios tecnológicos, económicos, ambientales, sociales y legales. La biogenética es una nueva tecnología que permite modificar los productos genéticamente, cuya aplicación permite mejorar la eficiencia y productividad y crear nuevos productos agrícolas o insumos para la agricultura. 
Hacia mediados de los 90’, con el salto tecnológico mencionado, comienza la implantación de la semilla transgénica de la soja conocida comercialmente como RR (Roundup Ready) que es la marca comercial del glifosato. Este es un herbicida sistémico de amplio espectro, no selectivo, por lo que hasta antes de la aparición de las sojas transgénicas debía ser aplicado en barbecho, pre siembra o preemergencia, dado que ataca tanto a las malezas como al cultivo en desarrollo vegetativo. En la actualidad, con las sojas resistentes, la aplicación del herbicida no se circunscribe a estos períodos, sino que su utilización se puede extender a casi todo el ciclo. Tanto la semilla RR como el glifosato son producidos por la empresa multinacional Monsanto.
Con el surgimiento de los transgénicos comienzan a tener una enorme primacía a escala mundial las grandes empresas semilleras trasnacionales, que combinan su producción o difusión de semillas con la de los agroquímicos, producidos por ellas mismas.
Frente a la manipulación biotecnológica de los alimentos  se ha desencadenado un debate entre quienes dicen que ella es la única herramienta para aumentar la capacidad de rendimiento de la agricultura y quienes afirman que esta técnica puede traer consecuencias graves para la salud humana.

Problemática a raíz del cultivo de soja transgénica

Son pocas las voces que señalan los efectos nocivos y de difusión masiva del cultivo de la soja transgénica: sociales, económicos, medioambientales, sanitarios, etc. Si bien trae aparejado muchas consecuencias, nos enfocaremos en los efectos sobre el ser humano: no sólo de los productores agropecuarios que manipulan los agrotóxicos requeridos por este modelo, sino también la del público en general que consume alimentos transgénicos, es afectado por la fumigación del glifosato, o por los depósitos de los agrotóxicos en los poblados del interior.

La falta de estudios extensivos crónicos puede llevarnos a una subestimación de los efectos que los organismos genéticamente combinados(OMG) y ciertos herbicidas podrían causar sobre el hombre y otros animales, especialmente cuando estos entran en la cadena alimenticia.
Se evalúa la posibilidad de una aparición de caracteres alérgicos en ciertos tipos de poblaciones susceptibles, ya que estos genes tolerantes a los herbicidas provienen de una bacteria del suelo que nunca formó parte de la oferta alimenticia. Pero a pesar de esta información, actualmente hay una falta de metodología para determinar el estatus alergénico de una gran parte de los alimentos que provienen de la biotecnología, lo cual es un grave problema.
Con respecto al glifosato, es probable que su utilización aumentara el nivel de estrógenos en la planta, y es sabido que éstos pueden afectar a los mamíferos, incluido el hombre. Una consecuencia directa de esto es el incremento de producción grasa en la leche de vacas alimentadas con sojas RG. También hay un número creciente de niños que son alérgicos a la leche de vaca y debe abastecerse de leche de soja, y estos son especialmente susceptibles a los niveles elevados de estrógenos.
Para la sociedad consumidora, la soja resistente no ha traído ningún beneficio. No tiene características que le permitan aprovechar diferentes caracteres organolépticos nuevos(sabor, textura, olor, color). No aumentó su calidad nutricional, ni posee ningún otro carácter que la haga más apetecible o necesaria en la dieta diaria.

Conflicto relacionado con el tema

A partir de la aplicación de este nuevo modelo, se presentó un conflicto entre dos actores sociales involucrados:
La prosperidad del cultivo de soja transgénica benefició fundamentalmente a un segmento de productores agropecuarios pampeanos y contribuyó, incluso, a que muchos de los que ya se habían endeudado y se encontraban al borde de la quiebra pudieran recuperarse. Pero esta situación no afectó a todo el sector por igual. El negocio financiero de la soja se expandió sobre nuevos territorios, impulsándose el desplazamiento de productores marginales y comunidades indígenas y campesinas en diversas regiones del país.
Se produjeron procesos de concentración y centralización de capital en la agroindustria y un numero muy limitado de empresas fue adjudicándose la exclusividad en la provisión de semillas y otros insumos a los productores agropecuarios. Esto lleva a una creciente integración vertical en el interior del sistema agroalimentario. Como consecuencia, los productores agropecuarios(fundamentalmente los medianos y pequeños, pero también los campesinos) tienden a perder su autonomía de gestión, o sea, la capacidad para negociar en términos más favorables, precios, créditos, y otras condiciones de oferta para su producción. Esta pérdida de autonomía incluye una creciente dependencia por parte del productor no solo de la provisión de insumos y semillas, sino también de la semilla transgénica que fue difundida masivamente. 

Una de las manifestaciones de la crisis lo constituyó la expulsión masiva de productores agropecuarios del sector, tanto que fue caracterizado como una “agricultura sin agricultores”. 
Los “sobrevivientes”, en particular medianos y pequeños productores, se enfrentan con una serie de factores que inciden sobre la pérdida de su autonomía: la necesidad de comprar año tras año la semilla transgénica, así como también los agroquímicos correspondientes que la acompañan a las mismas empresas trasnacionales. La pérdida de la posibilidad de desarrollar opciones posibles, por falta de rentabilidad u otros factores aparece como otra de las consecuencias más importantes a considerar.
En conclusión, los cambios profundos que se han dado en el sistema agroalimentarios han disminuido, por no decir eliminado, la capacidad de decisión del productor agropecuario no sólo sobre su producción, sino sobre los insumos utilizados y las técnicas productivas desarrolladas. A ello se suma una pérdida del poder de negociación del precio de venta que tiene el productor frente a su proveedor de semilla y un desplazamiento de gran parte de los medianos y pequeños productores agropecuarios.

Actores sociales involucrados

Todos ellos tienen un rol particular, cuya interacción nos permite entender mejor la realidad de la explotación de este cultivo en la Argentina.
Estado:
En el período en que comenzó la explotación de soja transgénica en Argentina el modelo económico existente era el neoliberalismo. Los ajustes estructurales de carácter neoliberal aplicados a la economía influyeron sobre el sistema agroalimentario en su conjunto y especialmente sobre el sector agropecuario. Un ejemplo fue el decreto de desregulación de 1991 que eliminó los organismos que, desde los años 30, regulaban la actividad agropecuaria. El sector agropecuario argentino se transformó en uno de los más regulados del mundo, sujeto a los vaivenes de la economía mundial. Los ajustes también generaron procesos de concentración y centralización de capital en la agroindustria y la distribución de los alimentos y unas pocas empresas se fueron adjudicando la exclusividad en la provisión de semillas y otros insumos a los productores.
Los procesos de liberalización, apertura y desregulación le otorgaron a las grandes empresas un contexto propicio para aumentar su control sobre distintas áreas del sistema agroalimentario.
Hoy en día, los mayores ingresos de divisas provienen de la exportación de soja.

Monsanto:
Es la empresa trasnacional que tiene patentada la producción y distribución de la semilla transgénica y los agroquímicos (como el glifosafo). Es la segunda compañía de semillas más grande del mundo. En la practica, Monsanto adquirió así el monopolio mundial de la soja transgénica. Como Monsanto no sólo provee la semilla sino también el paquete tecnológico y los agroquímicos que lo acompañan, los productores se ven obligados a comprar indefectiblemente una vez que introducen el transgénicos.

ONGs en contra de los cultivos genéticamente modificados:
Vía Campesina:
Una de las demandas que impulsan estas organizaciones es la defensa del privilegio del productor de reproducir su semilla estableciéndose que esta debería ser considerada patrimonio de la humanidad. De hecho, argumentan, que las diferentes formas de obtener semillas fueron surgiendo a lo largo del tiempo como producto de la observación y experimentación de campesinos y pastores.
Combat Monsanto:
Son un grupo colectivo de asociaciones constituido bajo la forma de un Grupo de Defensa de los Ciudadanos.
Las asociaciones siguientes son miembros del grupo: Greenpeace, Fondation sciences citoyennes, a.t.t.a.c, Sherpa, Amigos de la Tierra
El grupo de defensa de los ciudadanos es constituido bajo el modelo de una plataforma de coordinación de acciones colectivas determinadas, nuestros objetivos son:

1) Compartir las informaciones y los documentos sobre:
 - las prácticas de la empresa Monsanto,
- los conflictos en cuyos está involucrada,
- las victimas de Monsanto y las acciones llevadas a cabo para recibir compensación de los perjuicios subidos por esas víctimas.
2) Fomentar el diálogo entre:

- las victimas de Monsanto en todo el mundo,
- los mass-medias
- los representantes del pueblo
- el mundo económico
3) Favorecer la coordinación de campañas de la sociedad civil contra la empresa Monsanto,y eso para denunciar y condenar las practicas que violan los derechos más elementales de los individuos (salud, libertad fundamental, medio ambiente sano).

Pequeños y medianos productores:
La gran mayoría de los pequeños y medianos productores agropecuarios son los principales perjudicados a raíz de este modelo.
El embate del modelo sojero fue netamente contrario a los intereses de campesinos, comunidades indígenas, y gran parte de la agricultura familiar. Aún hoy su expansión arrasa en regiones donde prevalece el campesinado o comunidades indígenas amparadas en las denominadas leyes veinteañales (que les dan derechos propietarios a los ocupantes de tierras si permanecen en el lugar más de veinte años).
Los ajustes estructurales originaron cambios en el sistema agroalimentario con incidencia sobre el sector agropecuario. Se produjeron procesos de concentración y centralización de capital en la agroindustria y en la provisión de semillas y otros insumos a los productores agropecuarios (un número muy limitado de empresas se ocupa de ello casi con exclusividad).  Así, adquirieron mayor poder las grandes empresas extra-agrarias con relación a los medianos y pequeños productores agropecuarios, quienes comenzaron a perder significativamente su autonomía de decisión.

Sociedad Rural Argentina:
Defiende a las grandes multinacionales sojeras y agrupa a los terratenientes más poderosos.
Tiene el aval de Clarín y La Nación.
Su presidente, Hugo Biolcati, dijo: “Está demostrado que no hay daño alguno con el glifosato”






Cartografía

Evolución de la superficie cultivada de soja en la Argentina y otra cartografía relacionada











Evolución en el cultivo de soja en la Argentina desde 1991 hasta 2005










Uso del glifosato en Argentina
Distribución de la producción sojera por provincias

Bibliografía consultada

1. Capuz, Silvia María y Echeverría, María Julia. Geografía, el mundo contemporaneo. AZ editora, Buenos Aires.
2. Carlevari, Ricardo D. La argentina: estructura humana y económica. Ediciones Macchi. Buenos Aires.
. Mendez, Ricardo. Geografía económica, La lógica espacial del capitalismo global. Editorial Ariel S.A., Barcelona.
3. Pengue, Walter.  Sojas transgénicas: cambios tecnológicos y mercados.
4. Teubal, Miguel. "Soja transgénica y crisis del modelo agroalimentario argentinoy "Expansión del modelo sojero en Argentina" en Expansión de la soja transgénica en Argentina.
5. www.combat-monsanto.es